lunes, 14 de abril de 2014

Miss Azotes

"El sexo es como el agua, no se le niega a nadie."
— Miss Azotes

El amor es íntimo, ocurre entre dos personas y no debería intervenir el estado, la iglesia, ni nadie más. Desafortunadamente la realidad no es así, todos se meten: la iglesia, el estado, el cine, la música, la familia, los amigos y la sociedad. La sociedad, ese ente inasequible que dicta dogmas fallidos.

¿Quién carajo dijo que el mayor triunfo emocional en la vida es una relación de monogamia? Ese dogma engendró el monstruo abominable que conocemos como matrimonio, y su embrión conocido como noviazgo.

Es por demás limitante pensar que llegarás a un punto en tu vida en el que te cerrarás para siempre a cualquier nueva experiencia erótica (además de que pocos lo cumplen). Existen rarísimos casos de éxito matrimonial y no es sólo cuestión de nuestra época, antes las personas se resignaban a su desdicha y el divorcio era un tabú, pero no por eso eran matrimonios felices. Muchos ven en los contados casos de éxito una justificación para pensar que también ellos podrán alcanzar algo así e ignoran lo obvio: son casos rarísimos.

Por supuesto que entre la plétora de posibilidades de relaciones humanas habrá algunos casos de monogamia feliz, pero son los menos. Sin embargo "la sociedad" crea esa fantasía y obliga al individuo a perseguirla fervientemente y lo que es por, pone una edad límite para alcanzarla.

Miss Azotes es una de las víctimas de este dogma social. Cada experiencia la aborda deseando que sea su "y vivieron felices para siempre". Incluso al final, con su experiencia acumulada sabe que no existe tal posibilidad, pero aún así sufre por no alcanzarla. Sufre porque en una sociedad tan atrofiada como la nuestra difícilmente encontrará alguien con quien relacionarse íntima y significativamente, y si la encuentra va a tener la mente llena de mierda, ó lo que es lo mismo, de monogamia.

La propuesta es peligrosísima, si abolimos por completo, no sólo el matrimonio, sino todo el dogma de monogamia ¿qué le estaremos enseñando a nuesros hijos? ¿Cuál será el núcleo familiar del futuro? ¿A donde irá a parar nuestra moral? Yo qué madres voy a saber, pero daré una respuesta cualquiera a cada pregunta:

  1. No sé que le estaremos enseñando a nuestros hijos, pero al menos no serán mentiras.
  2. De todos modos es enorme el número de familias disfuncionales y la disfuncionalidad no es exclusiva de padres solos ó separados, así que dejemos de ser tan hipócritas y destruyamos de una vez las ruinas de la institución familiar.
  3. La "moral" actual es una camisa de fuerza que limital al ser humano, así que debemos deshacernos de ella y replantearla en todo momento, cada segundo de nuestra vida.

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